La agresión que sufría el alcalde de Aranda de Duero en las pasadas fiestas de Carnaval no tendrá visos judiciales, por lo que la denuncia presentada por Antonio Linaje ante lo ocurrido se retira. Una decisión que toma tras mantener una conversación esta semana con el único joven que el Juzgado había incluido en el expediente com acusado, el que le propinó un puñetazo al primer edil.
“Me ha ofrecido sus disculpas y las he aceptado”, comenta el alcalde arandino, quien se ha reunido en la alcaldía con el menor que le agredió acompañado de su madre. “Ha quedado aclarado todo, ha reconocido que ha sido un error que no volverá a cometer”, señala Linaje, contento por haber mantenido esta conversación amistosa y convencido de que “estas cosas pueden solucionarse pidiendo una disculpa”.
Los hechos sucedían en la madrugada del 11 de febrero, en plenos carnavales. A las puertas de un establecimiento hostelero el alcalde de Aranda sufrió hematomas e inflamación mandibular a causa de un puñetazo que le hizo caer al suelo.