Los arandinos han dado sus valoraciones sobre las pasadas fiestas de Aranda de Duero y es ahora la concejalía de Participación Ciudadana la que da a conocer las respuestas a la encuesta que realizaban tras finalizar esta cita festiva. Eso sí, si el año pasado contestaban a las preguntas 400 ciudadanos, en esta ocasión la participación ha sido bastante escasa con 70 aportaciones.
Y al igual que ocurrirá el año pasado, las críticas están encaminadas a que Aranda de Duero ha vuelto a no poder contar con la feria taurina y, por tanto, con aquellas actividades relacionadas como las vaquillas. Y aunque hay comentarios que señalan como un aspecto positivo que no tengan lugar estos eventos, en su mayoría piden que la feria taurina regrese a la capital ribereña. Y proponen una solución ante los problemas judiciales y de permisos del coso taurino, la construcción de una plaza portátil.
Relacionado con ello está la bajada de las peñas, para la que no se han recibido muchos comentarios positivos. “Por el contrario, son muchos los comentarios negativos”, apuntan desde la concejalía, indicando que el motivo es una mala organización y una descoordinación entre las peñas. Hay una propuesta de mejora “que las asociaciones de Vecinos puedan sumarse a la bajada al igual que en carnaval”.
En su mayoría, los participantes a esta encuesta han valorado positivamente la apertura de nuevos espacios, como Aranda Río. Los comentarios también son positivos para la procesión, los paracaidistas, los fuegos artificiales, las actuaciones de magia en los colegios, el barco dragón, las piraguas o el espectáculo de humor amarillo. “No da tiempo a ir a todo”, señalaba una contestación. Por el contrario, los comentarios negativos se refieren a la “baja calidad” de ciertos eventos, como espectáculos infantiles, o que “las fiestas son solo para las peñas”.
Lo importante es que hay propuestas de mejora, como recuperar los deportes autóctonos, realizar más actividades para mayores, para adolescentes y pequeños. Son muchas las propuestas de mejora al respecto: “recuperar deportes autóctonos”, o la recuperación de los mimos y la magia.
Aranda Río, con actividades en el parque de la Isla, era la gran novedad de estas fiestas, y las respuestas apuntan a que la idea ha sido buena. Se aplaude el regreso de los almuerzos populares y los conciertos, pero en la parte negativa se ha puesto sobre la mesa que las actividades han sido “excesivas, mucho ruido y sin asistentes”. Por otro lado, también se hace referencia a otro aspecto, que Aranda Río “ha privado al centro del ambiente festivo”.
Los conciertos han gustado, han indicado la mayoría de los que han contestado a la encuesta. Han sido variados para todas las edades. No ocurre lo mismo con las verbenas, que tienen críticas negativas como de “poca calidad y volumen elevado”. Se ha dejado patente que “la plaza mayor se queda pequeña para estos eventos”, y se califica de gasto excesivo que haya concierto y verbena de forma simultánea. Que se cuente con zonas para personas con movilidad reducida, que los grandes conciertos caigan en sábado y que haya más baños portátiles en el centro.
La eterna polémica, la duración de las fiestas
El cuestionario también quería abordar la opinión de los vecinos de Aranda de Duero en cuanto a la duración de las fiestas. Al respecto cabe destacar un único comentario positivo: “veo bien las fechas establecidas para los días festivos y laborables. Muchos comerciantes y autónomos aprovechan para disfrutar de unas vacaciones. También el sistema establecido por nuestros antepasados (ancestros) para la celebración de las fiestas patronales el domingo siguiente después del día 8”.
En cambio, el resto de comentarios se muestran contrarios a esta opinión señalando que “son demasiado largas”, “son muy largas”, “sobran días”, “son 10 días de fiestas, creo que es excesivo y cansadísimo” o “son demasiados días”.
Frente a esto hay varias propuestas de mejora, como adelantar las fiestas o acortarlas. En definitiva, abrir un debate sobre el asunto.
Las personas que han participado en el cuestionario ven positivo en su mayoría el nuevo emplazamiento de la feria en el Picón, aunque también hay voces como la que indica que “ha sido un desastre, lejos para la gente mayor”. Sugieren acercar la feria más a la ciudad y se propone, entre otras cosas “habilitar espacios para que los puestos de venta no estén a la intemperie”.
Otras aportaciones piden no dar continuidad al nombramiento de Reina y Damas de las fiestas por ser considerada “una convocatoria machista” o sustituir los fuegos artificiales por espectáculos de drones o similar para salvaguardar la seguridad de las mascotas, que en el cañonazo la gente “se centre en mancharse de vino y no de colorante”.