Es una decisión de la Junta de Castilla y León que no gusta demasiado al equipo de gobierno del Ayuntamiento de Aranda de Duero. Y es que la administración autonómica ha dejado claro que a pesar de que se plantean 6,8 millones de euros para llevar a cago el denominado Entorno Residencial de Rehabilitación programada para el barrio de Santa Catalina, lo que todos conocemos como la ARU, de momento sólo se actuará en una primera fase y no se seguirá con la siguiente hasta no haberla finalizado.
La noticia la ha dado a conocer el alcalde de Aranda de Duero, Antonio Linaje, asegurando que su deseo hubiese sido continuar de forma paralela con la tramitación de la segunda fase, “pero parece que de momento la posición de la Junta es primero ejecutar esta primera fase y acto seguido con el dinero restante podrán ejecutarse las siguientes una vez que esta fase está ejecutada”, explica el primer edil.
Por tanto, todo se alargará sobremanera para un proyecto aprobado en 2021 para un entorno de 1.075 viviendas donde sólo unas 180 pertenecen a la primera fase, las situadas en la barriada de los Bloques marcándose junio de 2026 como fecha tope para realizar las obras de rehabilitación y urbanización. Sumando tiempos, todo apunta a que hasta finales de 2027 no podría comenzar a tramitarse otra nueva fase, que no estaría terminada hasta al menos cuatro años después, 2031.
La ARU correspondiente a los Bloques convertirá tres calles en peatonales, una solución que permitirá la instalación de ascensores para acceder a todas las viviendas. Es la mejora principal que se propone, la de dotar a todos los vecinos de ascensor, algo imposible en el interior del inmueble debido al reducido espacio que existe. Por ello se ha optado por una solución externa, que consistirá en la peatonalización de las calles Briviesca, Lerma y Roa con la finalidad de los ascensores se instalen sobre suelo público. Serán de estructura metálica acristalada e igual para todos los portales.
La actuación también lleva consigo la mejora de la calzada en el resto de calles (Belorado, Castrojeriz, Miranda de Ebro y Sedano). Pero también la desaparición de un buen número de plazas de aparcamiento, ya que a la prohibición de aparcar en las calles peatonales se sumará que en cada una de las cuatro calles restantes sólo se podrá aparcar en uno de los lados al contar el otro con una línea de árboles. El aparcamiento será en batería, como el que existe actualmente.