
23,7 millones de euros. Esa es la repercusión económica que tuvo el último festival Sonorama Ribera que se celebró en Aranda de Duero en el año 2024. Y la cifra la han obtenido tres investigadores del departamento de Economía Aplicada de la Universidad de Burgos: Julio César Puche Regaliza, Paula Antón Maraña y Pablo Arranz Val. Lo han hecho través de un estudio sobre el impacto económico del festival, tanto directo como indirecto e inducido.
Son apenas cinco días los que dura el Sonorama, del 7 al 11 de agosto en 2024, por lo que la media es que son más de 4,7 millones de euros al día los que deja esta gran cita en la capital ribereña. Y el informe separa las cantidades los distintos efectos. Así, los que se refieren a los directos que incluyen los gastos realizados por el propio festival, en el que se incluyen los puestos de trabajo creado, la logística, la comunicación o la hostelería; ascienden a 5,8 millones de euros.
En la parte de efectos indirectos estaría el gasto que han hecho los visitantes que vinieron a Aranda de Duero para disfrutar del festival. Ese capítulo se cifra en 8,7 millones de euros repartidos en 28.700 personas, lo que se traduce en que cada uno de ellos se gastó una media de 303 euros en bares, alojamiento, compras y transporte.
La tercera parte del impacto se refiere a los gastos inducidos, que son aquellos que no afectan directamente al festival, sino en el resto de la economía durante su estancia en Aranda. Es de 9,1 millones de euros la cuantía de este tipo.
El informe destaca que, aparte del impacto económico, hay que sumar la proyección nacional que supone, tanto en el ámbito musical como en el social, de la comarca ribereña y, sobre todo, de Aranda de Duero, ciudad que se ha convertido en un referente del panorama musical y cultural.
Y las previsiones pasan porque el impacto siga en ascenso, destaca el estudio, a pesar de que la asistencia no ha variado, unas 35.000 personas. Y muy significativo es que el impacto ha aumentado un 16,18% con respecto a 2023.