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Todavía hay mucho camino por recorrer, pero parece que el primer órdago ha sido salvado. El presidente de la Arandina, Demetrio Rodríguez, quiere transmitir confianza a los aficionados, aunque no esconde que la situación sigue siendo complicada. El máximo dirigente estuvo pendiente desde primera hora de la mañana de comprobar que el dinero del Ayuntamiento llegaba a las cuentas del club antes de las 12 del mediodía, fecha tope dada por los entes federativos para poder solventar la deuda con la plantilla de la pasada temporada. Finalmente, la cantidad llegó (el montante supera levemente los 143.000 euros por los descuentos de Hacienda y SS), pero cuando el plazo había ya expirado por lo que toca recurrir a otros mecanismos que puedan resolver la situación en los próximos días. Entre ellos solicitar una moratoria con los movimientos realizados para convencer a la Federación. Lo primero que se va a hacer es saldar la deuda con la AFE, que es prioridad para este mismo martes. Luego toca esperar unos días para ver la respuesta federativa y poder evitar el descenso administrativo de forma definitiva.
Así que toca seguir trabajando en los despachos, pero sin perder de vista que el tiempo también cuenta a la hora de ir dando forma al proyecto deportivo y económico de la próxima temporada (la esperanza de la junta directiva es que finalmente sea compitiendo en 3ª RFEF). Hay que buscar fuentes de financiación y empresariales, buscar entrenador y jugadores casi al cien por cien nuevos, y algo fundamental ahora mismo en el club: encontrar capital humano para hacer frente a las distintas áreas, probablemente la clave para sacar adelante la entidad. La llegada de ayuda externa una vez que el club se convirtió en SAD sigue estando en el aire. Hay poca información al respecto, aunque la junta directiva deslizó en la Asamblea que se han mantenido conversaciones con varias opciones. En las próximas jornadas se saldrá de dudas.