La mariposa aletea jugando
como una niña frágil revoloteando.
Los cánticos florales desprenden soñando,
los vaivenes emocionales desaparecen llegando.
Colores recién diseñados jubilosos
para bailar con amores ruidosos.
Más bien, momento dulce armonía preciosos,
que melancolía en días lluviosos.
Familia, mayor bien preciado de los tesoros,
como luz estelar y celestial de los oros.
Amistad, viajes de sentimientos sonoros,
como arte en vivo e irónicas adoro.
Felicidad es existencia de tranquilidad
tristeza en momentos es común en ciudad,
pero serenidad es más grandioso que la tempestad
y soñar volando es sublime en divinidad.
Amor propio, jamás abandonarlo
porque diamante en bruto cuesta lograrlo,
de sacrificios y pesares considerarlo,
y pulirlo cuesta hasta alcanzarlo.
Ser como tú eres…
Es la importancia en la vida de los saberes,
mayor vitalidad y grandiosidad de los placeres
es quererte profundo en tus atardeceres.
Felicidad, jamás abandones…
No sea que en momentos de resquemores
tu piedad sea insulsa de los autores
y desconsuelo regresa con flores.
Así pues, aprovecha cada momento
hasta que la luna sea testigo del talento
oculto en cada minuto del renacimiento
porque ser tú es una delicadeza del viento.
Lidia Gutiérrez
Imagen realizada por Alicia García